Cilte 16 de abril de 2021 No hay comentarios

Mentalidad de crecimiento: cómo la promovemos?

Según Carol Dewick la mentalidad de crecimiento es la mentalidad que permite ver el fracaso como una oportunidad de aprendizaje dado que lo reconoce como una instancia más -y necesaria- producto del aprendizaje. Una persona con mentalidad de crecimiento ve la dedicación como el camino al conocimiento, acepta los desafíos a pesar del riesgo, lucha contra la adversidad, escucha y  aprende de la retroalimentación de otros y encuentra inspiración en el éxito de los demás, dado que lo incitan a su propio avance.

Sin duda el mundo en el que vivimos nos pide de manera constante la adquisición de nuevas habilidades, un mundo frágil, ansioso, no lineal e incomprensible que nos conduce a un destino incierto, pero fundamentalmente este mundo celebra de nosotros la capacidad de ser “permeables a lo nuevo”. En esta línea, las organizaciones esperan que esa apertura, promueva y active la creatividad que permita la generación de ideas fuera de la caja, con resultados extraordinarios y originales, que hagan cada vez gestiones más eficientes . Sin embargo, cuánto de esto está propulsado por esas mismas organizaciones para activar el círculo virtuoso?

Desde el MIT Lab y de la mano de Mitch Resnick se presenta una idea revolucionaria sobre el aprendizaje que pone el foco en perpetuar el aprendizaje cual si estuviéramos en un jardín de infantes, por supuesta, sin importar la edad de quien aprende. Las ideas centrales de esta propuesta de aprendizaje están basadas en 4 pilares fundamentales o teoría de las 4 “P” por su denominación en inglés: projects (proyectos), peers (pares), passion (pasión) y play (juego). Según Mitch Resnick si pudiéramos asegurar que cualquier proceso de aprendizaje se apalancara en estos cuatro vectores, el éxito de un aprendizaje significativo, social y con inclusión del “error” como parte del aprendizaje aseguraría no sólo el despliegue de la creatividad como habilidad sino también propiciaría la tan deseada mentalidad de crecimiento.

Hablar de la mentalidad de crecimiento nos invita a pensar desde qué paradigma afrontamos los desafíos y promueve una mirada de aprendizaje autogestionado donde quien aprende, está en el centro y por qué no co-creando su experiencia de aprendizaje. Este usuario y su experiencia serán clave a la hora de idear entrenamientos y rutas de aprendizaje porque, más allá de lo que la organización necesite que el colaborador aprenda, necesitará fundamentalmente que tenga interés, pasión por hacerlo y la incentivación necesaria que lo lleve a cumplirla. Entonces, ¿cómo se logra?. Inicialmente alineando el propósito de aprendizaje organizacional con el propósito de aprendizaje del colaborador,porque todo en lo que pueda imprimir su compromiso, sin duda lo llevará a su expansión. Esta mirada de aprendizaje autogestionado, también incluye el aprendizaje en comunidad y la posibilidad de dar lugar a la gamificación donde el “error” es parte necesaria del proceso de aprendizaje.

La mentalidad de crecimiento es propia del paradigma de agilidad, el aprendizaje se centra en la persona que aprende, considera sus intereses y pasiones, el impacto real en su actividad, de qué manera disfruta más aprender y, todo esto, no puede más que llevar al éxito de cualquier entrenamiento, plataforma y diseño de aprendizaje posible.

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Sabrina Ruggiero